
La
otra cara
Quítenme los años
que he vivido
buscando la tierra
prometida,
mi lugar destinado
en el planeta
o, al menos, diez
centímetros de polvo
donde echar raíces.
Ahórrenme la ceguera
que me aguarda
agazapada a la
vuelta de la
esquina.
Sáquenme una cana y
una arruga.
Rebájenme dos del
sobrepeso
(respetando las
curvas, por favor.)
y van a ir
vislumbrando quién
soy yo.
Regalo al mundo mis
amantes y las flores
silvestres que he
pisado en el camino.
Guardo todo lo
pasado en la
mochila:
abortos, accidentes
y dolores,
les adjunto un
yunque y abandono al
mar.
No quiero encorvarme
ante tus ojos
cuando en mis sueños
te vuelva a
encontrar.
Soy quien ama y odia
y es amada
y aborrecida
por mayor número que
el soportable.
Soy quien morirá por
mí y las otras
sin comprender la
razón de haber
nacido.

Lista
de pros y contras
Agua de los
glaciares
derretidos.
Agua del manto negro
sobre el mar.
Agua de las cloacas
celestiales.
Agua de la que corre
por las venas.
Agua que se
intercambia en cada
beso.
Agua donde se incuba
un ser humano.
Agua que cada vez se
llueve menos.
Agua que se diluvia
fuera de hora.
Agua que traga arena
y existencia.
Agua en el setenta
por ciento de este
mundo.
Agua, el verdadero
nombre de la Tierra.
Agua medicina, agua
sopa y hasta
lágrimas.
Precioso don de
dioses y de ricos,
malgastar tu gota es
condenar a muerte.
Que si el hielo, que
si el vapor, que si
la nube,
que si la lluvia, la
corriente, el mar,
el río.
Que si estás en
algún otro planeta
eres sello y firma
acreditando vida.
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Poema
para el otro
Que se lea otro
poema en mi poema.
Una vez escrito
no me pertenece.
La ofensa se escupe,
el beso se da,
el perdón se
requiere,
el deseo se sacia
como puede,
la explosión, si
mata, se contenta,
¿pero el verso
presuntuoso?
racimo de palabra
aletargada
al que sólo el
lector le otorga
vida.

Profecías
Repetidas veces, el
profeta,
trajo a flor de piel
el fin del mundo.
Otras veces se lo
guarda el kamikaze
con la bomba que le
explota en el
bolsillo.
Repetidas veces, el
loco callejero,
auguró a la vereda
un mal futuro.
Otras veces hay
niños en el sur
que, sin saber de
predicciones ni
alimento,
del futuro no verán
ni el día siguiente.
Esta vez un corredor
de bolsa
se suicida porque en
Tokio bajó un punto.
A la vez miles de
pequeños del planeta
envejecen diez años
cada año
sin saber de
derechos ni de
juegos
ni de una vida con
propuestas
diferentes
a la de trabajar los
dos crepúsculos.
De vez en cuando
me niego a creer que
hay Alguien
mirando desde arriba
el deterioro
paulatino de su Obra
sin dedicarse un
momento a
restaurarla.
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Superficial
No me hagas
profundizar en
sentimientos
cuando la vejez ya
se avecina.
Me esperan los
cuarenta en la plaza
de la esquina
los siento cuando
paso, indiferentes.
En la hamaca, la
calesita, el tobogán
resbalan, se marean,
se divierten
sin importarles a
quién hoy le
revierten
los otrora cabellos,
hoy en canas.
Me asustan las canas
sin Sabiduría.
Me asustan las
arrugas sin Belleza.
Me asusta que no
alcance a alimentar
para el futuro a
estos ojos
anoréxicos.
Del libro
“Pareceres” de
Crearpoesía edición
2007
Editorial El taller
del poeta (España y
Argentina)
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